En su libro Fooled By Randomness (Engañado por la aleatoriedad): En The Hidden Role of Chance in Life and in the Markets (El rol oculto de la posibilidad en la vida y en los mercados), Nassim Nicholas Taleb nos cuenta la historia de una carta misteriosa que le convence para invertir capital en el poder pronosticado de un fondo bursátil externalizado. Lo mejor de la historia es que es una gran ilustración del partidismo de supervivencia que expresa perfectamente lo falibles que somos ante todo esto.

Recibe una carta de una firma bursátil informándole que un mercado determinado subirá en el curso del mes próximo. Obviamente, usted sospecha de estar cayendo en un timo, por lo que ignora la carta, que en realidad demuestra ser correcta en sus predicciones.

Al mes siguiente recibe otra carta de la misma compañía determinando que el mercado descenderá en el mes próximo. De nuevo, usted la ignora y, de nuevo, la predicción resulta ser correcta. El tercer mes recibe otra carta, y otra en el cuarto.

Todas las veces las predicciones son ciertas y usted empieza a confiar en la compañía misteriosa que sigue enviándoles tales misivas. Incluso, podría incluso sentirse un poco especial por haber sido elegido para recibir semejante información del mercado tan valiosa. Ahora, preferiría olvidarlo, porque invirtió todos sus ahorros en la compañía y no volvió a recibir otra carta de nuevo, o no volvió a ver su capital tan duramente ganado.

Va y comparte su mala suerte con un amigo cercano y descubre que él también recibió la misma carta, con la diferencia de que sus cartas dejaron de llegar después del segundo mes. Le comenta que su primera carta era correcta en sus predicciones, mientras que la segunda era errónea. No le llevó demasiado tiempo descubrir qué ha ocurrido.

El estafador debe haber comenzado con un ejemplo relativamente grande de direcciones de correos electrónicos, digamos 10.000. Dividió este ejemplo inicial en dos grupos y envió la carta alcista al primer grupo y la carta bajista al segundo grupo. Cuando el mercado demostró estar alcista, el grupo que recibió la predicción bajista abandonó, dejando 5000 opciones en el grupo alcista.

El estafador repitió el proceso, eliminando 2500 más de la segunda carta (el mercado estuvo bajista en el segundo mes, por lo que aquellos que recibieron cartas alcistas abandonaron). El proceso se repitió en el mes 3 (dejando 1250 receptores con las predicciones correctas, y, de nuevo, en el mes 4, dejando 625. De esos 625, usted fue uno de las doscientas víctimas que fueron embaucadas para invertir en el fondo.

¿Por qué cayó en este truco? La respuesta es simple, se vio empujado por la exactitud de las predicciones. ¿Por qué? ¡Porque solo se fijó en las predicciones ganadoras!

Todos nos embaucamos en la creencia de todo tipo de cosas debido a nuestra susceptibilidad del partidismo de supervivencia, pero el mensaje de Taleb no se basa solo en ayudarnos a evitar ser estafados por timadores, sino sobre cuánto damos por sentado que es meramente un fenómeno de aleatoriedad.

”No estoy diciendo que Warren Buffet no tenga habilidades;' Taleb menciona en su libro, “solo que una gran proporción de inversores aleatorios necesariamente producirán alguien con sus registros de seguimiento por pura suerte.'

Por tanto, la próxima vez que esté tentado de utilizar un servicio de señales que proclama tener un seguimiento probado de predicciones precisas, o invertir en un gestor de fondos que ha vencido al mercado por tercer año consecutivo, pregúntese estas dos cuestiones simples:

1. ¿En cuántos servicios de señales o gestores de fondos tengo que fracasar para tropezarme con el «ganador»?
2. ¿Qué probabilidades hay de que el éxito de un servicio de señales/gestor de fondos sea el resultado puramente de una posibilidad aleatoria?

Recuerde que cada vez con más frecuencia se nos presentan solo «los ganadores», aquellos seleccionados por un gran grupo de posibles candidatos. Lo mismo ocurre a la hora de encontrar estudios científicos en periódicos con artículos de colegas, o en las noticias diarias de última hora. ¿Cuántos estudios de los que nunca ha oído hablar no encontraron una correlación entre comer chocolate y una vida más longeva? ¿Cuántas historias que no merecían la pena desde el punto de vista informativo, no lograron entrar en la ronda de noticias de la noche pasada?